Cómo emprender con éxito tu idea de negocio
Pensemos un instante en cuando íbamos a la escuela primaria y nos enseñaban matemáticas, lengua o ciencias sociales. El patrón de conocimiento para aprender era seguir consignas claras, memorizar y razonar. Luego ya en la secundaria, si bien se agregaban materias y profundizaciones, el sistema permanecía inalterable. Y ya de adultos al entrar en la universidad, vivenciamos nuevamente el mismo patrón con conocimientos más elaborados y focalizados en el ámbito que hayamos elegido.
La escuela formal prepara personas calificadas y provee experiencias sociales, pero en ningún momento se le enseña a las personas a emprender. A seguir adelante una idea novedosa o ser un profesional independiente. Esta premisa se da porque está tan grabado en el inconsciente de docentes y alumnos el hecho de trabajar para una gran compañía, que este concepto se transfiere de forma involuntaria en cada ejemplo, debate o acción.
Si bien en la actualidad el sistema académico se ha desacartonado y se ha comenzado a concebir la educación de una forma menos convencional , aún quedan muchos resabios y antiguas prácticas que no se han modificado. Emprender y llevar adelante una idea de negocio parece ser una utopía difícil de desarrollar en la práctica, y predestinada a permanecer solo en las ilusiones o pensamientos de cada persona. Ahora bien, si leemos y nos interiorizamos más acabadamente en el tema descubriremos que cada gran compañía exitosa de hoy en día comenzó con las ansias de progreso y la esperanza de una persona que logró vencer sus barreras, miedos e inseguridades, y se lanzó de lleno a cumplir sus ideales.
Está más que claro que llevar un emprendimiento adelante no se trata solo del factor psicológico óptimo, sino que también hay que enfatizar en varias variables como el capital inicial, la curva de crecimiento posible del negocio, la capacidad de expansión, el tiempo de dedicación, la administración de recursos, etc. Como la lista parece ser larga y prima la zona de confort y la inestabilidad que produce el hecho de no tener un ingreso asegurado, es que muchas grandes ideas quedan relegadas al sector de pendientes, o lo que es peor vemos como otros que sí se animaron llevan a cabo ideas similares con muy buenos resultados.
Entonces para que la tarea de emprender no parezca tan inalcanzable te otorgamos los mejores consejos para llevar adelante tu negocio independiente.
1.- Establece objetivos puntuales.
Los objetivos que tengas son fundamentales a la hora de que un negocio sea exitoso. Plantéate metas que sean cumplibles, que puedas costear y que además posean un factor innovador o creativo que te distinga de la competencia.
2.- Analiza y conoce el mercado.
Antes de lanzarte de lleno a realizar tu negocio debes convertirte en un experto en el rubro que pretendes desarrollarte. Para ello debes analizar la competencia, las fluctuaciones del mercado, y todos los ítems necesarios que te posibilitarán tomar las mejores decisiones en los momentos claves.
3.- Apunta a tu población objetivo.
Uno de los aspectos más importantes en un plan de negocio exitoso es conocer a tu público. Es decir, a quien va dirigido tu producto o servicio. Para ello debes ponerte en los zapatos de tus posibles consumidores y detectar sus necesidades reales, las falencias que posean, las empresas competidoras y qué aspecto de valor puedes otorgarle.
4.- Que la ansiedad no te juegue una mala pasada.
Es muy común que ni bien das tus primeros pasos en el negocio independiente te consuma la sensación de incertidumbre y ansiedad sobre como evolucionará tu negocio. Esta emoción es completamente nociva y perjudicial, ya que lleva a tomar decisiones incorrectas o lecturas demasiado apresuradas. Por tal razón es crucial pautarse objetivos concretos en el tiempo que puedan ser medibles, y no apresurarse en conseguir ventas o clientes.
5.- Administra tus ingresos.
Como decíamos anteriormente, la mente de la mayoría de las personas está acostumbrada a un sueldo fijo, tarjetas de crédito y gastos determinados, y por tal razón muchas veces suele mezclar o no manejar correctamente los ingresos de su empresa. El emprendedor debe separar el porcentaje de dinero que se llevara a modo de “sueldo” del que debe destinar a reinvertir, ampliar y mejorar su idea inicial.
6.- No pierdas tu brújula interna.
En el ajetreo de idas y venidas, reuniones, calls y trabajo es normal que se pierda el foco inicial. Para que no pierdas tu norte en medio de tanto trabajo es recomendable recordarse siempre cuáles fueron las motivaciones iniciales, qué valores y convicciones queremos en nuestro negocio, y hacia dónde queremos llegar.
7.- Duplica tus esfuerzos.
La energía es vital para un negocio exitoso. Debes dar siempre un poco más de tu conocimiento y esfuerzo con la pasión y entusiasmo del comienzo.
8.- No temas al fracaso.
Los fracasos son para todas las personas tan inevitables como necesarios. Se aprende del error, se fortalece la autoestima con los fracasos, y hasta surgen las mejores ideas luego de un traspié. Para que una mala pasada no te deje en el camino de emprender, debes saber que fracasar solo es una nueva oportunidad de empezar más sabio y con más energía.
9.- Planifica tus acciones.
Si aún no dispones de recursos que puedas delegar, es probable que te encargues de todo lo relacionado a tu negocio, como atender clientes, diseñar tu página, hacer marketing, planificar envíos y realizar tus productos. Si tienes una buena organización podrás ahorrar tiempo, y además te permitirá encargarte de todos los aspectos con el mayor grado de eficacia posible.
10.- Ten constancia y motivación.
Toda gran acción comienza con una idea, pero se sostiene y prospera gracias a la perseverancia y convicción.